EL ORIGEN DE LA NAVIDAD

 

EL ORIGEN DE LA NAVIDAD.

Diversos grupos que manejan las Sagradas Escrituras, establecen lo siguiente:  “Las personas informadas saben que el 25 de Diciembre, no es el día en que nació Jesús, y de hecho, no se conoce la fecha exacta del nacimiento; los Evangelios no indican ni el día, ni el mes.

 

Agregan: “Esta demostrado que la navidad y sus costumbres se adoptaron de fuentes no cristianas.   Los saturnales, una fiesta Romana que se celebra a mediados de Diciembre, suministraron el modelo y patrón para muchas de las costumbres festivas de la navidad; este festival era dedicado a Saturno, dios de la agricultura, se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones y banquetes.

 

Se dice que de esa celebración pagana se derivaron los banquetes, el intercambio de regalos, las velas encendidas, y muchos otros adornos que son característicos de la navidad.

 

Otra leyenda de origen nórdico cuenta, que un espíritu llegó a la tierra procedente de las alturas, ubicándose en la región norte, en lo que actualmente se conoce como escandinava (Noruega, Suecia y Dinamarca) . Este espíritu era visto como una energía que viene desde del centro de nuestro sistema solar y que llega cada año para brindar: Paz, amor, armonía y alegría.

 

Pero… ¿Dónde se fundamenta la Navidad? ¿En la Biblia o en el paganismo?... ¿Aporta la Palabra de Dios algún indicio acerca del verdadero origen de la navidad?   Tomemos como base la siguiente Escritura Bíblica:

“Y el nacimiento de Jesucristo fue así…”   Mateo 1:18

 

NACIMIENTO    

Griego: génesis.   1083

Significa: Natividad, nacimiento, fundar, el origen, el comienzo, la causa de la existencia, llegar a ser, género, el punto de partida, aparecer, estirpe, dar a luz, engendrar, temblar,

Estos son algunos de los significados de la palabra nacimiento o navidad.

Por lo tanto, nuestra visión debe establecerse sobre esta verdad, o sobre esta luz que surge de Dios Mismo, y la cual generó el nacimiento, el origen, el comienzo y punto de partida de todo lo creado.

 

Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo… El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura.   Colosenses 1:13-15

Antes de cualquier tipo de creación, Jesús el Hijo de Dios nació, no fue creado, Él fue engendrado y es Único en su posición y rango; nadie como Él. Jesús es el Comienzo, el Principio y el Punto de Partida de la creación.

 

Así que veamos ahora:

“EL ORIGEN DE LA VERDADERA NAVIDAD”

Cuando Dios creó al hombre, le dio un alma, un espíritu, y una voluntad; no poseía un cuerpo físico; esto aconteció antes de la fundación o principio del mundo. “Según nos escogió en El antes de la fundación del mundo.”    Efesios 1:4

 

Si no hubiéramos sido creados antes de la fundación del mundo…  ¿Cómo podríamos haber sido escogidos o elegidos en Dios para que fuéramos santos y sin mancha?.  Solo hasta este periodo  llamado tiempo, Dios le dio un cuerpo físico.  En el cuerpo tenemos el sentido de la vista, tenemos dos ojos físicos, sin embargo…. Espiritualmente estamos llenos de ojos.

 

“Y toda su carne, y sus costillas, y sus manos…. Lleno estaba de ojos”  Ezequiel 10:12

“Y los cuatro animales… de dentro estaban llenos de ojos”.

   Apocalipsis 4:8

Sabemos por la Biblia, que los animales de Apocalipsis, son gente redimida de esta tierra.   Los vemos cantando: “y nos has redimido para Dios con tu sangre”  Apocalipsis 5:9    Solo el hombre pecador puede ser redimido, por lo tanto, los animales y sus características son enseñanzas de aspectos espirituales.  Y dice de esa gente, que estaban llenos de ojos.

 

Los ojos físicos fueron creados para ver lo visible, lo natural y a corta distancia. Los ojos espirituales fueron creados para ver lo invisible, lo espiritual y a larga distancia.

 

Lo espiritual no está limitado a ver solo cientos o miles de años hacia el pasado; ellos tienen la capacidad para ver y contemplar hechos y cosas antes de la fundación del mundo.  Hoy, el hombre, debido a su condición pecaminosa solo ve de una manera borrosa, limitada, o hasta cierta distancia en el pasado, y esto, en el ámbito espiritual invisible.

 

Así que, cuando los estudiosos de las Escrituras establecen que la navidad tuvo su origen  en los pueblos Nórdicos o los Romanos y Egipcios, están limitando la visión espiritual solo hasta el tiempo o época que vivieron esos pueblos que fundaron festividades paganas como una réplica e imitación de la verdadera Navidad.

 

Así que, la verdadera Navidad, no tuvo su origen en esas culturas antiguas. La verdadera navidad tuvo su origen y comienzo antes de la fundación o creación de todas las cosas existentes… Jesús es el Primogénito de toda creación, el Comienzo de todo.  Romanos 8:28

 

Pidamos a Dios, abra nuestros ojos espirituales para tener una visión hacia atrás en la eternidad, antes de  la fundación o establecimiento del mundo, y no estén limitados a solo hace siglos atrás cuando tuvieron su apogeo esas culturas.

¿EN QUÉ CONSISTE

 LA ORIGINAL NAVIDAD?

La Palabra de Dios menciona, que Dios envió a Su Hijo Unigénito a este mundo.

“Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por El.”   Juan 3:17-18

 

Antes de que hubiera creación alguna, Dios engendró a Su Hijo Único, a Jesús;  y ello fue en el ámbito espiritual, no físico.   Nada de la creación existía antes de Él; Jesús fue el Primogénito de toda criatura o creación.

 

Por lo tanto, Jesús el Hijo de Dios es el Primogénito de toda creación. Su Nacimiento antes de la creación de todas las cosas, en su forma espiritual fue el comienzo y el punto de partida de todas las cosas creadas.   Entonces, nuestra visión debe establecerse en la Original y Verdadera Navidad, en el Nacimiento de Jesús el Hijo de Dios, y por la cual, cada uno de nosotros  ¡Tuvimos el privilegio de llegar a existir!. ¿Debiéramos regocijarnos y hacer una celebración por este maravilloso acontecimiento?   La respuesta depende de la visión que tenga cada persona. No nos gozamos por la Navidad (?) de los Nórdicos, o la de los Celtas o la de los Romanos…. Nos regocijamos por la Navidad o Nacimiento de Jesús el Hijo de Dios.

 

Pero nuestro regocijo y celebración sea por partida doble.

 

Jesús el hijo de Dios tuvo un nacimiento espiritual antes de que existieran las cosas, y a través del cual tuvimos la oportunidad de llegar a existir y disfrutar por un determinado tiempo la estadía en la Casa del Padre celestial (aunque ahora no lo comprendamos). Además: Jesús también tuvo un nacimiento físico, adquirió un cuerpo, y esto fue hace un poco más de dos mil años.

 

A causa de este nacimiento físico, tuvimos la oportunidad de adquirir la Salvación o Redención de nuestra alma que estaba destinada a ir al infierno.  ¿No debiéramos gritar, saltar, y llorar de júbilo por este doble acontecimiento?   Una Navidad espiritual en lugares celestiales…. Y otra Navidad natural o física hace un poco más de dos mil años aquí en la tierra?

 

¡Nos gozamos y celebramos por el acontecimiento….No por la fecha!.

Gracias a Dios por el Nacimiento en el humilde pesebre; marcó el inicio de nuestra Salvación; además trazó un Camino para que podamos regresar al punto de partida, a la Casa del Padre, a nuestro hogar celestial.

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; voy pues a preparar lugar para vosotros…”   Juan 14:2-3

La Navidad hizo posible que se abriera ese Camino de regreso a la Casa del Padre de donde un día salimos.   Entonces  ¿Debiéramos gozarnos, o nó?.  Cada quién haga de acuerdo a la visión, y de acuerdo a la gratitud que tenga.

 

“…¿dónde estabas cuando yo fundaba la tierra?   ¿Quién puso su piedra angular?   Cuando las estrellas (ángeles príncipes) todas del alba alababan y se regocijaban todos los hijos de Dios”  

  Job 38:3-7

Si los seres celestiales se regocijaron, produjeron ruidos estridentes y sonidos agudos a causa de la fundación de la tierra…¡Cuánto no más debiéramos hacer nosotros a causa del Nacimiento o Navidad de Jesús, el Hijo de Dios!.

 

“Una multitud de los ejércitos celestiales, que alababan a Dios, y decían: Gloria en las alturas a Dios, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”    Lucas 2:13

Vemos el regocijo, la celebración y alabanza ruidosa de los ejércitos celestiales en el nacimiento de Jesús..   ¿Acaso nosotros seres finitos y pecadores debiéramos hacer menos que ellos?. Así que, no nos regocijamos ni celebramos la fecha, pero sí, el mismo hecho.  Tampoco nos gozamos por la pagana Navidad de los pueblos que rechazan a su Creador; pero sí lo hacemos por el Nacimiento de Jesús el Unigénito Hijo de Dios.    Ahora veamos un poco acerca de:

 

EL PODER DE INFLUENCIA DE LA NAVIDAD.

La Navidad ciertamente ha echado raíces entre muchas naciones no cristianas; por ejemplo;   Los Japoneses, en donde solo el 1% de la población dice que profesa el cristianismo, en una encuesta realizada por una cadena comercial, arrojó el resultado de que un 80% de los Japoneses participan de la festividad de la Navidad.  Aunque ellos defienden celosamente su creencia en el Budismo y en el Sintoísmo, no les molesta disfrutar de un día de fiesta cristiana.   Así como este ejemplo encontramos que muchos otros países en diversas partes del mundo, de la misma manera se sienten embargados o afectados por la influencia de la Navidad sin ser cristianos.  ¿Cuál es la razón por la cual las gentes se sienten esta influencia navideña?

 

“He aquí el reino de Dios entre vosotros está”   Lucas 17:21

“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que luego fueron formadas, sin faltar una de ellas”   Salmo 139:16

Cada ser humano está compuesto de un asombroso y misterioso mundo invisible, y especialmente en su ámbito espiritual. 

Es asombro darnos cuenta que por ejemplo, el ADN de las células humanas, encierra la información exacta de las características de la persona.  Y esto, en relación a su composición física; esto incluye desde la formación en el interior del vientre de la madre, hasta los rasgos y facciones físicas de la persona. Los científicos llaman al ADN como el libro de la vida.

Además, también hay una ADN espiritual que contiene todas aquellas cosas que fueron escritas en el Libro de Dios, y más tarde transmitidas y registradas en las células sin faltar una de ellas.

 

En otro Principio Bíblico, aprendemos que Dios al crearnos estableció en nuestro ser espiritual: Su Reino.

 

La expresión “Entre”de Lucas 17:21, se usa la palabra Hebrea: Kereb.

Y significa: Corazón, entrañas, en lo más íntimo, en medio de, una taza, un recipiente, beber y succionar.

Dios estableció sin duda, en ese ámbito que se ubica en nuestro corazón espiritual Kereb, toda la información necesaria y relacionada a nuestra formación; características físicas y espirituales; habilidades y muchas otras cosas relacionadas a nuestra persona.

 

Pero es un hecho indudable que Dios registró también cierta información que debía ser contenida en nuestro corazón.   Y algo de esa información debió haber sido lo relacionado con la Navidad o Nacimiento espiritual de Su Hijo Unigénito; Dios seguramente registró ese divino acontecimiento a modo de testimonio.

 

Esa verdad está sepultada o enterrada en lo más profundo del ser inconsciente; es verdad, no fuimos testigos oculares de ese nacimiento, pues Jesús fue el comienzo y principio de toda creación; El fue el punto de partida.    Sin embargo, esa información debe estar registrada en las entrañas de cada persona, y sin duda por ello las gentes no cristianas, se sienten afectadas e influenciadas por la Navidad.

 

Son muchos los que tratan de aferrarse a sus ideologías no cristianas, sin embargo, no logra reprimir totalmente la influencia de la verdadera Navidad   ¿No es curioso y algo que llama la atención, el hecho de que naciones no cristianas de alguna forma participan en la celebración Navideña?  Es verdad, los Nórdicos, los Celtas o Romanos fundaron festividades paganas, pero esto se originó como una réplica distorsionada, deformada y torcida y no de acuerdo a la veracidad de la información que un día fue asentada en las profundidades de su ser espiritual y procedente de ese Reino de Dios que se encuentra en las entrañas.

 

Sin embargo, hoy debemos pedir a Dios nos dé una visión para que nuestros ojos espirituales puedan contemplar algo de la verdad en relación al periodo de la eternidad antes de la fundación de todas las cosas, y no solo se vea hasta el comienzo de las corrompidas y paganas navidades de los pueblos no cristianos; las cuales se celebran con fines y motivos egoístas, y muy lejos del verdadero motivo.

 

Si pudiéramos poner títulos a ese tipo de Navidades que las gentes celebran fuera del verdadero propósito, nos encontraríamos que algunas solo serían: 

 

NAVIDADES GASTRONÓMICAS.

Este tipo de Navidades que en realidad no son Navidades, son festejadas por la emoción de los espléndidos y suculentos banquetes y cenas.

Se hace derroche de los recursos financieros, pero nunca lo hacen con el propósito de hacer memoria de Jesús, o la Verdadera Navidad, y entonces terminan embriagados, melancólicos, tristes, y hasta endeudados.

 

NAVIDADES MERCANTILES.

Ansiosamente algunas gentes esperan la Navidad (¿?) para recuperarse económicamente y salir de sus apuros financieros, o para incrementar sus riquezas por medio de las buenas ventas.   Poco o nada les importa el Nacimiento de Jesús.    Por otro lado, los consumidores despilfarran sus ahorros o sus aguinaldos a causa de la emoción momentánea.

 

NAVIDADES FOLKLORICAS Y DE COLORIDOS.

Pastorelas, nacimientos, arbolitos, esferas, campanas y series de luces multicolores; son parte de la festividad de la Navidad; en muchos casos,  estas cosas son lo único que emociona y satisface a las personas.   Su visión Navideña solo llega ahí, no están conscientes de Jesús, del Verdadero significado de la Navidad.

 

NAVIDADES POSTALES.

En este caso, la emoción se centra en el hecho de enviar y recibir lindas tarjetas y cartas, ya sea por el tradicional servicio postal o por medio de E-mails.   No valoran el Mensaje de Dios: “Os ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor”.

 

NAVIDADES SOCIALES.

Aquí, aunque es Bíblico buscar la unidad y la armonía entre las personas pero en la mayoría de casos la motivación, es la reunión familiar, o con algunas otras amistades; en ocasiones viajan largas distancias para reunirse y hacer una fiesta en la noche de Navidad; pero solo eso hacen, una fiesta social, sin tener en mente y corazón el Nacimiento del Salvador del mundo, y aunque se dan abrazos y se desean felicidad… En ningún momento hacen mención del Señor Jesucristo.

 

NAVIDADES BÉLICAS.

En algunos casos, en Navidad se manifiestan los sentimientos acumulados, el resentimiento, rencor, la melancolía, y las diferencias familiares que llevan a la discusión, contienda, y pleito, y en casos terminan en una batalla verbal, con indirectas y hasta agresiones verbales; los buenos deseos y felicitaciones solo quedan en palabras y nada más.

 

¡Qué lejos se está de regocijarse y alegrarse por el verdadero motivo de la Navidad o del Nacimiento de Jesús!!!    Como cristianos, entonces podemos tener alabanzas de júbilo y alegría por el hecho de que Jesús nació en lugares celestiales, y con ello se dio la oportunidad de que llegáramos a existir y estar en la Casa del Padre.

Y además nos gozamos por el Nacimiento físico natural de hace un poco más de dos mil años allá en Belén, pues se abrió el Camino para nuestra redención, y además la oportunidad de poder regresar a la Casa del Padre, al punto de partida.

 

Sin embargo,   ¿Cuál debiera ser nuestra postura como cristianos en el uso de los Árboles de navidad, y de Santa Claus, Papa Noel o San Nicolás?

 

El hombre en su condición pecaminosa, tiene la capacidad y habilidad de crear formas; toma modelos y figuras de imágenes que guarda en su inconsciente y las distorsiona.  Un día al ser humano le fue dada la Única y Verdadera Imagen de Dios.  A causa del pecado, el hombre deformó esa Imagen, y ahora crea o da forma a imágenes equivocadas de la verdad.

 

En esta condición, el hombre dio forma y creó un tipo de veneración a Santa Claus, a Papa Noel o San Nicolás;  la tradición dice que San Nicolás hace siglos atrás, era un cristiano ejemplar que vivió en cierto país Europeo; y que admiraba demasiado a los niños a los cuales les repartía regalos en ciertas fechas.   Se hizo popular, y al paso del tiempo se le veneró, se le creó una imagen de la cual surgió Santa Claus.   Además el Árbol de navidad también tiene su historia y su procedencia equivocada, tal como es considerado ahora.   Pero no cabe duda que estas imágenes son solo una réplica errónea y hasta grotesca de algunos aspectos del Verdadero Dios.   Pero el mandamiento de Dios dice:

 

“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”   Éxodo 20:4

Santa Claus o San Nicolás, es una idolátrica semejanza de nuestro Único Padre Celestial, y el cual nos dio Su don (regalo) inefable…. A Su Hijo.   2 Corintios 9:15.   Incluso, el carro, el trineo o carroza que se asocia con Santa Claus, es una copia de la Carroza de Dios; Dios tiene una Carroza, a través de ella, nuestro Padre Celestial se transporta.

 

“Que establece sus aposentos entre las aguas; El que pone nubes por  su carroza, El que anda sobre las alas del viento”

   Salmo 104:3

Dios el Padre, se transporta o viaja cada día, y no solo en Navidad, para traer a nosotros sus dulces influencias y ricas bendiciones; por lo tanto, no necesitamos a Santa Claus y su carroza, el cual es incapaz de proveer felicidad y satisfacción  pues es solo un personaje ficticio.

 

Por lo que respecta al Árbol de Navidad, es también una burda imitación del Señor Jesucristo, el cual es el Único Árbol de la Vida..     Juan 15:1

Por lo regular el Árbol de Navidad y Santa Claus se convierten en algo idolátrico, pues son objetos que mueven e influencian en los sentimientos y emociones de las personas.

Es tan fuerte el fervor que se deposita en ellos, que en algunos casos Israel llegó a cometer actos increíbles.

 

“Que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol umbroso, que sacrificáis a los hijos en los valles, debajo de peñascos”.

   Isaías 57:5

Hay una influencia sobrenatural y poderosa que lleva a la gente a sentir un particular fervor al estar cerca de los árboles en actos de veneración.   Recordemos: El pecado del hombre se originó debajo de un árbol allá en el Huerto del Edén, ahí fue seducido Adán.

 

Como cristianos nos basta estar cerca y debajo del eterno Árbol de la Vida, de Jesucristo.   Por lo tanto, nos regocijamos y alabamos a Dios por el acontecimiento milagroso de que Jesús, el Hijo de Dios nació en la eternidad pasada, y además nació en Belén en Su condición física hace más de dos mil años.  Nuestra Visión se fundamenta en ello, y no en la Navidad de los Babilonios u otros pueblos paganos.   Hoy muchos no valoran el Nacimiento de Jesucristo, sin embargo, no pueden borrar totalmente la información de este acontecimiento:

¡Qué os ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor!  Entonces:

¡Gracias a Dios por su don inefable!   2 Corintios 9:15