SED SANTOS II

SED SANTOS Parte 2

SIN SANTIDAD NADIE VERÁ ALSEÑOR.

La Palabra de Dios, repetidamente hace mención acerca del tener una buena visión en relación a las experiencias cristianas, pues....

“... Por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá”. Oseas 4:14

Caerá Hebreo: labat 3832 Concordancia J. Strong

Significa: Caer, bajar, tener un declive, disminuir, rendirse, dormirse, sucumbir, enflaquecer, retroceder, desplomarse, indisponerse, apostatar.

Esto acontecerá en muchos aspectos de las experiencias cristianas cuando no se tiene un adecuado entendimiento o visión en relación a quién es Dios y como actúa. En muchos casos, los cristianos disminuirán en su entrega, se desplomarán en sus metas espirituales; se indispondrán en su determinación de seguir adelante en su vida cristiana, retrocederán en su sólida consagración al Señor, y en una gran diversidad de aspectos de su vida cristiana.

Cuando se tiene la Visión de lograr una meta de algo, la persona lucha y paga un precio. Por lo regular en sus pláticas incluye la naturaleza de su visión, sus palabras son espontáneas. Cuando no se tiene una visión, la persona vivirá una vida común y ordinaria (acompañada de apatía, falta de interés e indiferencia). ¿Cuál es la visión cristiana que poseemos? ¿Dónde está puesta nuestra mirada y de qué tipo son nuestros pensamientos y palabras?.

Cuando Dios nos da una visión, no nos la da para que seamos mediocres y hagamos cosas pequeñas y sencillas, Dios nos da una visión para que nos lleve a ser verdaderos conquistadores del Premio Eterno, ser unido a Jesús en santidad y ser Su Esposa espiritual.

Cuando se tiene el poder de una visión, ella se convierte en nuestra forma de ser o en un estilo de vida. Entonces… Que miramos y de qué hablamos?. Solo del ministerio cristiano? De enseñar? De la música? Escribir? Evangelizar? Aconsejar? Construir una iglesia? Servir en las mesas? Orar por otros? Del ministerio de Liberación?. La Palabra Dios nos enseña un principio espiritual para adquirir una excelente visión de Dios.

“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” Hebreos 12:14

Este es un poderoso principio, un excelente nivel de santidad en nuestra vida proporcionará una excelente visión acerca de Dios. No precisamente se refiere esta Escritura al hecho de ver literalmente a Dios.

Verá Griego: optomai 3700

Significa: Contemplar, mirar, tener una visión, distinguir, percibir, discernir, estimar, experimentar, comprender, respetar, admirar, anhelar, desear, tocar a, ser consciente de..

¿Vamos a tener una visión diferente de Dios de ahora en adelante? Ello se logrará por medio del crecer o progresar en la santidad.

Si caminamos por el camino de la santidad y de la separación de toda obra e intento de la vieja naturaleza y del sistema mundano sin Dios, entonces nuestro respeto, admiración y estima por el Santísimo se va a incrementar. Busquemos cada día crecer en ser intachables, irreprensibles y sin tacha... pues: ¡Sin santidad nadie verá al Señor!.

Las Escrituras mencionan algunos de los ojos invisibles espirituales que impiden experimentar, discernir, percibir y estimar en un más alto nivel la presencia de Dios. Jesús habló de los ojos espirituales…. Dijo que el rico alzo sus ojos estando en el infierno. No se trataban de los ojos físicos, sino espirituales. ¡Qué importante es crecer en la transformación de nuestros ojos espirituales, creceremos en santidad, entonces nuestra visión se hará más clara y transparente para ver a Dios y Su reino.

Y él respondiendo, les dijo: Porque á vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos; mas á ellos no es concedido. Mateo 13:11

Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Mateo 13:16

La gran importancia de tener ojos espirituales abiertos y santificados, es que podremos saber y conocer los misterios del Reino de Cielos, los misterios del Camino que lleva a crecer en la Perfección de Cristo, los misterios del Mensaje de cómo llegar a ser la Esposa Espiritual de Jesucristo. (Esto implica el Reino de los Cielos).

Hoy, por medio de la exposición de la Luz de la Palabra de Dios, por medio de la Sangre de Jesucristo, del Fuego del Espíritu Santo y las Aguas del Nombre, Muerte y Vida de Jesús, y del hacer buenas elecciones para vivir una vida de separación de todo aquello que no tiene el Sello de la santidad de Dios, podemos crecer en un mayor nivel de Santificación y limpieza espiritual. Si diario participamos de estos recursos, adquiriremos una mejor visión espiritual en Dios. Podremos observar los Misterios del reino de los cielos.

EN ADAM PERDIMOS LA SANTIDAD, EN JESUCRISTO TENEMOS LA OPORTUNIDAD DE RECOBRARLA.

“... el pecado entró en el mundo por un hombre (Adám)”

Romanos 5:12

“.. vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió así como ella. Y fueron abiertos los ojos de entrambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”. Génesis 3:6-7

Con la entrada del pecado se perdió la correcta visión de Dios, de Su Plan Maestro, del Propósito de Su voluntad. En el Antiguo Testamento, Dios estableció ciertas ordenanzas y lavamientos para que el pueblo obtuviera cierto tipo de santificación; y todas ellas fueron....

“..impuestas hasta el tiempo de la corrección...” Hebreos 9:11-12

Entonces: ¡Con Cristo, vino la oportunidad de recobrar la visión, de obtener limpieza para los ojos espirituales; con Cristo, vino la oportunidad de recobrar el sello de la santidad!... De recobrar el título de ¡Santos!. Jesucristo vino a darnos la oportunidad de restaurar, rectificar, y reformar nuestra perdida visión.

Por lo tanto, el fin de nuestra carrera cristiana no termina solo al aceptar a Cristo como nuestro Salvador y del adquirir una diversidad de dones y ministerios; esto solo es el principio del camino de la santidad, de vivir para hacer diariamente escogimientos que nos separen de las costumbres, hábitos y modas del mundo; de los apetitos y deseos sensuales de la pecaminosa naturaleza que aún poseemos, y de cualquier otra influencia tenebrosa de Lucifer.

La gran mayoría de cristianos rechazan el camino de la santidad. Solo los valientes caminan en él. Nunca olvidemos que la santidad se obtiene a través de un proceso, o trabajo que hemos de desempeñar a lo largo de toda la carrera espiritual para que sean transformados y santificados nuestros ojos por medio de la oración; además, por medio de la exposición de la Luz de la Palabra de Dios, por medio de la Sangre de Jesucristo, del Fuego del Espíritu Santo y las Aguas del Nombre, Muerte y Vida de Jesús, y del hacer buenas elecciones para vivir una vida de separación de todo aquello que no tiene el Sello de la santidad de Dios

Pues…. Sin santidad nadie verá al Señor.

LA SANTIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.

“...yo soy Jehová vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis

y seréis santos, porque yo soy santo...” Levítico 11:44

Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel” (Éxodo 19:6).

Estas fueron una de las muchas ocasiones en que Dios, ordenó al pueblo de Israel a que se santificara. Además pidió que las gentes que ministraran, y las cosas que se usaran para el servicio de las cosas sagradas fueran santificadas.

Esto era: Los sacerdotes Éxodo 19:22; sus vestiduras Levítico 8:30; el Tabernáculo Éxodo 29:44; los utensilios del Tabernáculo Éxodo 40:9; incluso, el sumo sacerdote llevaba una plancha de oro fino en la frente, y la plancha llevaba un sello que decía “Santidad a Jehová”. Entonces, todas las cosas debían llevar la marca o el sello de la santidad de Dios. Esto era vital para poder acercarse a la presencia de Dios, y en algunos casos el sacerdote moría a causa de no tener la debida preparación de santificación o limpieza.

Otro Principio Bíblico a considerar: El sacerdote ordinario del Antiguo Testamento, hoy es un tipo o figura del creyente en el Señor Jesucristo, porque cuando hemos nacido otra vez del Espíritu y la Palabra de Dios, tenemos acceso a los privilegios del sacerdote.

Si un hombre nacía en la familia Aarónica y sin embargo tenía algún defecto físico, no podía servir o ministrar delante del Señor. Su nacimiento lo autorizaba a comer del Pan Santo, pero sus defectos le impedían tener el privilegio de ministrar en las cosas santas del Señor. Esta es una verdad preciosa pero cargada de solemne advertencia para aquellos que tienen oídos espirituales para oír. Los defectos y las fallas físicas eran un tipo y figura de los defectos del alma y del espíritu del hombre.

Alguien pudiera argumentar que Cristo murió para que podamos tener libre acceso hasta la misma Presencia de Dios, y que para esto el velo del Templo se rasgó y ya no hubiera ningún obstáculo para llegar a la presencia de Dios. Es verdad, Cristo murió y el velo se rasgó para dejar libre el camino al Padre, mas sin embargo, nuestros defectos espirituales impiden el tener libre acceso a la Presencia de Dios.

Si de verdad tuviéramos la experiencia de entrar al Lugar Santísimo de una manera regular, nuestra vida cambiaría radicalmente, de tal manera que lo único que desearíamos, sería vivir con un alto grado de santidad, de rectitud, limpieza, honestidad, amor, gozo, bondad, misericordia, etc. Nuestros pensamientos, razonamientos, actitudes, reacciones, palabras y acciones serían cada vez mas ¡Semejantes a las de Jesucristo!, ¡Seríamos cada día más como Jesús!.

Entrar al Lugar Santísimo, implica tener y experimentar un increíble gozo y paz, amor y bondad aunque nos hallemos en medio de las más severas pruebas, maltratos y sufrimientos. ¿Vamos a vivir una vida de éxtasis, deleite y embeleso de amor por Jesús?... Entonces es necesario deshacernos de nuestros defectos y fallas espirituales; es necesario rogar a Dios cada día transforme esas imperfecciones por medio de la Sangre de Jesucristo.

Recordemos algunos de “LOS DEFECTOS SACERDOTALES”….

“Porque ningún varón en el cual hubiere falta, se allegará: se allegará: varón ciego, o cojo, o falto, o sobrado, o varón en el cual hubiere quebradura de mano, o corvado, o lagañoso, o que tuviere nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o compañón relajado; ningún varón de la simiente de Aarón sacerdote, en el cual hubiere falta, se allegará para ofrecer las ofrendas encendidas de Jehová. Hay falta en él; no se allegará a ofrecer el pan de su Dios.” Levítico 21:18-21

“Empero no entrará del velo adentro, ni se allegará al altar, por cuanto hay falta en él; y no profanará mi santuario”. Ver. 23

Ciego 5787 Hebreo: Ivvér

Significa: Apagar o tener como una película sobre los ojos.

Hoy, gente hace alarde de su riqueza material o espiritual, dicen que son ricos y están en la opulencia y que no tienen necesidad de nada; pero lo triste es que también este es el alarde espiritual de muchos de los hijos y ministros de Dios. ¡¡No tienen necesidad de nada (?)!!.

Ellos tienen los dones, ministerios, habilidades, éxitos, y... ¿ya no tienen necesidad de nada?, supuestamente “todo lo tienen” pero están ciegos. ¡¡Cuánta ceguera hay!! Las denominaciones viven en constante guerra y pregonan que solo ellas tienen la verdad, solo ellos, a su criterio están bien, y los demás ya están condenados….pero esto es ceguera espiritual.

Cojo 6455 Hebreo: pisséakj

Significa: Dudar, saltar, brincar, vacilar y flojear.

Este defecto del alma y espíritu se manifiesta por medio del titubeo, del vacilar y saltar en el camino de Dios. No tienen un caminar establecido y equilibrado.

Cuando un cristiano no es estable para caminar con Dios, entonces el diablo tira sus dardos de fuego a sus pies y entonces este cristiano llegará a ser un cojo espiritual, constantemente tropiezan, contantemente caen y se desaniman y desilusionan de su experiencia cristiana. Flojean y son apáticos para cultivar su vida espiritual. Hoy tienen una gran determinación en consagrarse, mañana cambian de opinión. No se puede esperar entrar a la presencia de Dios con este defecto espiritual.

Falto 2763 Hebreo: charam

Significa: Embotado, tapado de la nariz, tener la nariz aplastada o chata.

Son gentes que no saben percibir u oler lo que es santo y agradable o desagradable a Dios. La nariz de su alma (conciencia) está obstruida.

Ellos endurecen su conciencia, no hacen caso cuando ella les está advirtiendo algo. Una conciencia que está saludable... condena cuando hay algo mal hecho. Sin el discernimiento de nuestra nariz física, podríamos comer alimentos podridos o echados a perder. Una nariz espiritual obstruida no podrá percibir la humildad y santidad de Dios en el Lugar Santísimo.

Sobrado 8311 Hebreo: sará

Significa: Ser deforme con exceso de miembros, cosa superflua.

Si alguno de los sacerdotes tenía exceso de dedos o tuviera tumores y verrugas, no podía entrar al Lugar Santísimo y tener la Presencia de Dios.

Con cuánta frecuencia los hijos de Dios tienen raíces de amargura, tumores de celos y pleitos, resentimientos, negativismo y recuerdos desagradables, etc. Todo esto es un gran obstáculo para tener la Presencia de Dios. ¡¡No se puede penetrar al Lugar Santísimo, si se conservan voluntariamente estas cosas superfluas!!.

Empeine 3217 Hebreo: yaléfet

Significa: Raspadura, rasguño, pinchar y picar.

La presencia de un empeine en el cuerpo delata un área o zona de dolor que produce una sensación de malestar cuando se le toca. Indica una zona irritada. El sacerdote no podía acercarse a Dios con este defecto. De la misma manera en el campo espiritual, muchos cristianos llevan en el alma o en el espíritu lugares sensitivos o fácilmente irritables, ellos se irritan y enojan cuando alguien viene y toca sus puntos sensibles (fallas, errores y pecados). Fácil se embargan de resentimientos.

Corcobado o Jorobado 1384 Hebreo: gibben

Significa: Arqueado y contractar.

La joroba es un defecto de la columna vertebral.

La columna vertebral ilustra la voluntad humana. Hch. 7: 51 (cerviz)

Con frecuencia se piensa que nuestra voluntad está sometida a la del Señor, sin embargo, a través de circunstancias y situaciones adversas o dolorosas, nos damos cuenta que en realidad tenemos muchas torceduras en nuestra columna vertebral espiritual (voluntad), y que necesitan ser corregidas o desaparecer.

Quebradura de pie 7667 Hebreo: shéber

Significa: Fracturar, derruir, arruinar, apagar, extinguir, ahogar.

Un pie roto causa un andar incorrecto.

Frecuentemente los hijos de Dios se rompen sus pies espirituales por causa de su necedad, la tontería, el enojo y rebelión. Por descuidos perdieron su conexión con Dios, han apagado y extinguido su relación con Dios. ¡Ellos caminan bien a veces, pero muchas otras se resisten a hacerlo!

Rotura de mano.

La mano es un símbolo de servicio. Si había este defecto, impedía tener el Fuego de Dios en el Lugar Santísimo. Hoy es lo mismo, si hay suciedad espiritual en nuestras manos, no podemos tener la deleitosa Presencia de Dios. 1 Timoteo 2: 8

Trabajemos diariamente con estos defectos espirituales que impiden el crecimiento en la santidad; Dios nos ha hecho reyes y sacerdotes y no podremos tener experiencias increíbles en el Señor, si no buscamos la transformación de ellas por medio de la Sangre de Jesucristo.

ACERCANDOSE DE MANERA CORRECTA AL DIOS SANTO.

En el mundo, las empresas comerciales de prestigio y en la elaboración de sus productos alimenticios, toman todo tipo de rigurosas medidas de higiene para garantizar el buen estado de los productos que se ofrecen al público.

En algunas empresas, llevan a sus trabajadores a pasar por un estricto proceso de higiene, y así desinfectarlos antes de tener contacto directo con las materias primas y en la elaboración, empaque o embotellamiento de los productos, si no lo hicieran así, se generarían elevados riesgos de enfermar a los consumidores, y enfrentar diversas demandas legales como consecuencia, el prestigio de la empresa se desplomaría.

Lamentablemente... los “hijos de la luz”, los cristianos en muchos aspectos de su vida espiritual, no actúan prudentemente, o de una manera sensata. Uno de estos aspectos trata en relación a la manera de allegarse o acercarse a la santa presencia de Dios. ¿No es de llamar la atención el hecho de que la mayoría de cristianos (aunque no en todos los casos) viven una vida carente de “cambios continuos y radicales” en su manera de pensar, hablar y actuar? Y transitan en el camino espiritual cristiano cargando un costal de malas actitudes, costumbres, hábitos, y maneras de ser, y a la vez generando cierto desprestigio al cristianismo.

Y podemos afirmar que se debe a su falta de conocimiento para allegarse de la manera correcta a la divina y santa presencia del Señor…. En la Biblia, Dios muestra un riguroso proceso de limpieza, purificación y santificación al que debe someterse el cristiano antes de querer allegarse o acercarse a la santa presencia del Señor. Sin este tratamiento de higiene espiritual, se acarrea el alto riesgo de adquirir la experiencia de cierto tipo de “muerte espiritual”.

Los Principios de Dios en relación a la manera de acercarse a Él, no han cambiado, es verdad en el Antiguo Testamento, los lavamientos para purificación eran hechos literales; hoy son lavamientos espirituales basados sobre una vida de oración. Así pues... Dios no ha cambiado... El sigue siendo Santo, y demanda que su pueblo sea santo, y esto incluye su intento de acercamiento a Él.

“Pues que yo soy Jehová vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo”

Levítico 11:44 1 Pedro 1:16

Por lo tanto... Dios mismo estableció un riguroso proceso de santificación o purificación que debían observar los sacerdotes en su intento de penetrar al Atrio, al Lugar Santo y Lugar Santísimo del Tabernáculo de Moisés. Fallar en este proceso o mecanismo de santificación, equivalía a encontrarse con la muerte*

“Cuando entraren (Aarón y sus hijos) en el Tabernáculo del Testimonio, se han de lavar con agua, y no morirán: Y cuando se llegaren al altar para ministrar.” Éxodo 30:19-20

“Y también los sacerdotes que se llegan a Jehová, se santifiquen, porque Jehová no haga en ellos estrago” Éxodo 19:22

La palabra Estrago en Hebreo es “parats” 6555

Significa: Destruir, quebrantar, esparcir, y caer.

La palabra Morirán es el Hebreo: “mut” 4191

Significa: Ruina, desmayar, consumir, fallecer, perecer, desconectarse, ser insensible.

Entonces ahora nos explicamos, el porqué muchos cristianos tienen en su vida espiritual, una vida mediocre, de desmayo de ánimo; se sienten esparcidos en sus sentimientos y emociones. Además....son insensibles a la luz de la verdad, no ven sus propias tinieblas; y regularmente se sienten como desconectados del Señor. Es verdad, en el intento de acercarse a la presencia de Dios, puede haber sinceridad y buenas intenciones en el creyente, pero sin embargo fallar en su preparación espiritual o en el proceso de santificación o limpieza.

Veamos ahora... Las tres experiencias que los sacerdotes debían tener para santificarse, antes de poder entrar al “Lugar Santo” o en otro caso al “Lugar Santísimo”

PRIMERO.... Estaba el sacrificio o muerte de algún animal.

La sangre derramada del animal, se tomaba, se ponía sobre los cuernos del altar de sacrificio, y otra parte se derramaba al pie del altar.

Aquella sangre, solo era un cuadro o figura del derramamiento de la Sangre de Jesucristo en la cruz del Calvario. Pues...

“Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos... rociada a los inmundos, santifica para la purificación de la carne. ¿Cuánto más la Sangre de Cristo, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte...? Hebreos 9:13:14

Entonces este es el primer “Elemento o Recurso” que Dios nos otorga para nuestra purificación: ¡La Sangre espiritual del Señor Jesucristo!! (La cual debemos invocar a través de la oración de fe... todos los días), Ella nos limpia de todo pecado confesado y arrepentido. 1 Juan 1:7 Sin esta primera experiencia, el sacerdote no podía obtener la segunda.

Después de la aplicación de la sangre, el sacerdote colocaba sobre el altar algunas piezas del animal. Entonces empezó a manifestarse la gloria de Jehová, salió fuego de delante de Jehová y consumió el holocausto. Versos 23 y 24 de Levítico 9

La SEGUNDA experiencia, era el “FUEGO”. El cual es un tipo del Fuego del Espíritu Santo; y el cual en oración, también podemos invocarlo para que consuma y transforme la naturaleza de nuestros pecados confesados y arrepentidos. Una porción de este Fuego, lo adquirimos cuando hemos recibido el Bautismo con el Espíritu Santo*

La TERCERA experiencia… Era: Que ellos se “lavaran” en las aguas del Lavar o Lavacro. Éxodo 40:31-32 Estas aguas, eran una figura de las Aguas del Nombre, Muerte, y Vida de Jesucristo. (Romanos 6:3-6)

Nosotros hoy, adquirimos un aspecto de esta experiencia cuando hemos sido bautizados en Agua en el nombre del Señor Jesucristo*

Estas tres experiencias en nuestra vida (Sangre; Fuego y Agua), las tuvimos como una experiencia inicial, pero a través de la oración, cada día debemos invocar Sangre; Fuego y Agua para obtener limpieza, santificación y purificación de nuestros pecados diarios, y así acercarnos de manera confiada a la santa presencia de Dios.

Si esta preparación fuere omitida en el intento de allegarse al Señor, se genera el alto riesgo de experimentar algún aspecto de estrago y muerte espiritual tal como lo explicamos anteriormente, pues el Dios santo del Antiguo Testamento, es el mismo en nuestros tiempos.

La preparación de los sacerdotes antiguos estaba acompañada de actos o acciones literales, hoy la preparación de los hijos de Dios, o los cristianos se fundamenta sobre una vida de oración de limpieza y santificación.

“Y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y su Padre..”

Apocalipsis 1:5

Entonces, como sacerdotes espirituales, tenemos el deber de prestarnos a una meticulosa preparación para poder allegarnos a Dios, y después incursionar en los muchos otros aspectos o tipos de la oración, y que se encuentran en el Lugar Santo y Lugar Santísimo. Entonces tenemos la necesidad de buscar a través de la oración: limpieza, santificación o purificación en nuestro intento de tratar de allegarnos a Dios.... “Para que no muramos” ¿Exageración? ¿Todo ese proceso de limpieza y purificación se estableció solo para los sacerdotes del Antiguo Testamento?

“Porque yo Jehová, no cambio...” Malaquías 3:6

“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” Hebreos 13:8

Ahora ya sabemos... este principio... y tenemos una mejor visión para hacer las cosas de una manera más adecuada.

Pues hay que…. Acercarse de la manera correcta al Dios Santo

REYES Y SACERDOTES SANTOS

En los tiempos actuales tenemos normas y decretos que rigen ámbitos de conducta que el pueblo común desconoce; un ejemplo de ello lo tenemos en el protocolo real que rige el tipo de vida y conducta de aquellos que viven en los círculos de la realeza, de los reyes y mandatarios de las naciones.

El protocolo se fundamenta en normas planteadas por decreto o por costumbre. Existen decretos que regulan eventos como los saludos militares y la forma de dirigirse a los monarcas. Los reyes, reinas y otros dirigentes de los países, han visto su vida pública sometida a unas pautas de conducta muy estrictas. Incluso su vestuario está sujeto a decretos y costumbres.

Se dice que el protocolo es ante todo cuestión de “saber estar”, comportarse y mostrarse de acuerdo con la ocasión para estar a tono con los monarcas.

Mitos, ritos, normas, símbolos y costumbres son palabras claves del protocolo, donde cada gesto y otros detalles de las personas comunican algo. Los protocolos reales han ido cambiando de acuerdo con los años y se ha ido flexibilizando. Los ritos se han simplificado y algunos gestos han quedado atrás. Los saludos, que antiguamente exigían a los súbditos ponerse de rodillas o inclinarse casi hasta el suelo, solo se ven ahora en las películas que tratan de épocas pasadas. Comportarse y mostrarse de acuerdo con las buenas costumbres y hacer sentir bien, son reglas universales que rigen no solo el trato con los reyes, presidentes o jefes de estado sino con todos los que nos rodean, que merecen respeto no por sus títulos ni su poder, sino por el sólo hecho de ser personas.

Al introducirnos a la lección que hoy tratamos, establecemos que la clase sacerdotal Judía del Antiguo Testamento, descendía de un solo ancestro: Levi. Hoy, la clase sacerdotal del pueblo de Dios desciende de una sola persona: Jesucristo, el divino Sacerdote del Dios Altísimo. Por lo tanto, cuando una persona ha hecho la elección de aceptar a Jesucristo como su Salvador, se le otorga el privilegio de incursionar en clase sacerdotal y la realeza.

“Y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios su Padre..”

Apocalipsis 1:6

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable” 1 Pedro 2:9

Realmente es un honor para nosotros como cristianos, que Dios nos otorgue el derecho a estos sublimes títulos. Recordemos que los sacerdotes en el Antiguo Testamento, portaban en su frente una placa grabada que decía: Santidad a Jehová. Además sus vestidos que llevaban transmitían ese mismo mensaje. Levítico 15:38 habla de que los vestidos del pueblo de Israel en general, llevarían pezuelos o franjas en los remates (bastillas) de sus vestidos, y en esas franjas un cordón azul o cárdeno.

El Hebreo para “franja o pezuelo” es: Tsitsét ó Tsits. 6734 Dá la idea de una borla, o mechón, o de una flor, o una lámina brillante.

Con estos significados, nos percatamos que involucra una placa o lámina brillante como la que los sacerdotes llevaban en sus frentes.

Entonces, aún los vestidos de los Israelitas en general, debían llevar el sello de la santidad de Dios. Y si nos consideramos reyes y sacerdotes entonces con mayor razón, interna y externamente debemos llevar la marca de la santidad. O acaso ¿Solo queremos ser sacerdotes sin la santidad? ¡No es posible ello!.

COMO REYES Y SACERDOTES: NO TOQUÉIS LO INMUNDO.

“salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor. Y no toquéis

lo inmundo; y yo os recibiré, y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis mi hijos e hijas... 2 Corintios 6:17-18

Toquéis Hebreo: nagá 5060

Significa: Tocar, juntarse a, apegarse, manejar, aferrarse, sujetarse, encender con fuego, poner la mano encima de,

Inmundo Hebreo: tamé 2931

Significa: Impuro, contaminado, corrompido, profano. demoniaco, lujuria.

Veamos un Principio Bíblico que se aplica al Toque físico.

“Y le presentaban niños para que los tocase..” Marcos 10:13

Tocase Griego: jactomai 680

Significa: Poner en contacto; tener comunicación; inflamar; encender; poner fuego en; aferrarse.

Se pedía aquí a Jesús que a los niños “los tocase, y pusiera Su mano sobre ellos”; entonces los niños recibían una influencia encendida, y fogosa para aferrarse a Dios y a las cosas eternas.

Esto era un Principio en su ámbito santo y bueno.

Pero de la misma manera, el toque ya sea físico o espiritual, genera una transmisión de influencias. Entonces, Dios nos ordena tajantemente a no tocar, juntarse o aferrarse a lo contrario a lo santo y puro pues las influencias encendidas, fogosas, y ardientes generarán un contacto y a su vez un impacto en el ser interno, al paso de los días producirá un estilo de vida con tendencia a lo inmundo.

¿Acaso se ha participado, o se ha tenido contacto aunque haya sido brevemente, por curiosidad o de manera ignorante con:

Consulta de Horóscopos. Limpias con ramas o huevos. Pornografía.

Drogas alucinógenas. Constantes Obscenidades. Brujería o satanismo.

Observación y participación de la Ouija. Sesiones espiritualistas.

Posesión de Amuletos o talismanes. Lectura de libros de Magia.

Lectura de manos o del café. Consulta de Adivinos o mentalistas.

Hinopsis. Hallowen. Proyección astral y yoga. Ver películas de terror.

Tipos de música Rock duro o pesado. Perforaciones en la piel por la moda.

Algunos tipos de tatuajes. Participación en el ocultismo.

Relaciones sexuales ilegítimas o perversiones sexuales.

Pronunciación de conjuros –maldiciones sobre sí mismo o sobre otros.

Esto, y otras cosas más generan la atracción de influencias malignas, las personas y familias estarán padeciendo de por vida las consecuencias o efectos de sus malas decisiones. Puertas y ventanas se abren para dar paso hacia su alma a una corriente del mal que obrará más allá de toda ley natural. Hay quienes expresan “yo no creo en ello” Sin embargo, esto no significa que a causa de ese pensamiento incrédulo, los “espíritus” frustrarán su objetivo de batalla.

Como reyes y sacerdotes de Dios, tengamos cuidado de no tener contacto ni siquiera por curiosidad, con las cosas inmundas y corrompidas. Es necesario evitar involucrarnos en chismes, intrigas, malos entendidos, y acusaciones contra otras personas; no permitamos que nuestra alma (imaginaciones, razonamientos, memoria, y afectos) trabaje o se mueva para lo inmundo, depresivo, triste, negativo, etc. Tocar y tener comunicación con todas éstas cosas, es como tomar una serpiente entre nuestras manos.

El que es injusto, sea injusto todavía: y el que es sucio, ensúciese todavía: y el que es justo, sea todavía justificado: y el santo sea santificado todavía. Apocalipsis 22:11

Si bien muchos pasajes del Nuevo Testamento implican la doctrina de la entera santificación, muchos otros la demandan como corresponde a un pueblo que es considerado como linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido; entre éstos citamos Juan 17:17,19; Romanos 6:12-13; 2 Corintios 7:1; Efesios 1:4; 1 Tesalonicenses 5:23; Tito 2:14

Recordemos: Los protocolos reales en el mundo, han ido cambiando de acuerdo con los años y se han ido flexibilizando. Los ritos se han simplificado y algunos gestos han quedado atrás. Sin embargo las demandas de Dios para con Su pueblo, siguen intactas, pues Dios no se compromete con el pecado. Dios no se dobla ni un poquito cuando se trata del mal o lo inmundo. Dios siempre actúa en una forma justa porque Su naturaleza de santidad así lo exige.

Así que, crezcamos para ser REYES Y SACERDOTES SANTOS.