martes, 30 de julio de 2013

La Santa Ciudad y el Salmo 15

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LA SANTA CIUDAD Y EL SALMO 15

Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron y el mar ya no es. Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalén nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Apocalipsis 21:1-2

Hace años se proyectaba una serie de cuentos infantiles que comenzaban con las palabras: "Erase una vez"… “En un país muy lejano”, y que solían terminar con "Y fueron felices para siempre jamás". Todos anhelamos que el "érase una vez" de nuestra vida esté fundamentado sobre la felicidad y sobre el bienestar; que sea el "ser felices para siempre jamás" sea la realidad final de nuestras esperanzas y sueños.

Ahora y en nuestra vida, estamos viviendo nuestro "érase una vez”.

La vida terrenal hoy, es una serie de retos y una etapa de prueba, lo cual significa que habrá momentos de adversidad y de incomodidad, pero también tiempos en donde las cosas y situaciones son favorables. Si confiamos con paciencia en el Plan Eterno de Dios, podremos experimentar felicidad a diario y tener la firme esperanza de ser "felices para siempre jamás" en el tiempo perfecto y futuro.

Nos es necesario primero traer a la memoria y comprender la serie de preguntas: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Qué hacemos aquí en esta vida? ¿A dónde nos encaminamos?. Recordemos entonces:

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¿QUIÉNES SOMOS?

Somos hechura de Dios. Efesios 2:10

Somos la imagen y semejanza del Creador. Génesis 1:26

Somos partículas de la Sangre de Jesucristo. Hechos 17:26

Somos polvo de la Roca eterna llamada Dios. Isaías 51:1

Deuteronomio 32: 3-4 1 Pedro 2:5

¿DE DÓNDE VENIMOS?

Ezequiel 28:14

Venimos de la Casa o Tabernáculo del Padre; venimos del Santo Monte de Dios. La palabra “piedras” de Ezequiel 28:14, se refiere a nosotros en una condición espiritual, habla de nuestra alma y espíritu; habla de las “piedras vivas” de 1 Pedro 2:5 Somos esas piedras de fuego, y desde ahí fuimos escogidos por Dios, desde antes de la fundación del mundo. Efesios 1:4

¿QUÉ HACEMOS AQUÍ EN ESTA VIDA? Romanos 8:29

El propósito más alto por el cual venimos a esta vida, es para que recobremos lo que un día teníamos, o lo que un día éramos (la Imagen y Semejanza de Dios, lo cual perdimos a causa del pecado. Por tanto, la prioridad es espiritual y no natural o terrenal; lo terrenal y temporal se cancela, termina con la muerte; solo lo que obtengamos espiritual, tendrá valor y repercusión por la eternidad. Lamentablemente el hombre vive prioritariamente para lo terrenal y temporal.

¿A DÓNDE NOS ENCAMINAMOS?

Vamos de regreso a la Casa del Padre, al Tabernáculo, al Santo Monte de Dios, a la Nueva Ciudad de Jerusalén ,.

En la casa de mi Padre muchas moradas hay: de otra manera os lo hubiera dicho: voy, pues, á preparar lugar para vosotros”. Juan 14:2

Estamos en los preparativos finales para regresar a Casa, para salir de esta tierra; para mudarnos a la residencia celestial. El Padre Celestial nos espera. Muy pronto, volaremos a los aires para encontrarnos con Jesús.

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Entonces, son tiempos de esfuerzos extras; de ir más allá de lo habitual y acostumbrado en nuestra búsqueda en Dios. En cuanto a nuestro lugar de habitación en la Nueva Ciudad, y en cuanto a nuestro pasaje del viaje, nuestro Padre ya hizo los arreglos necesarios; todo está listo, y solo se espera el tiempo del cumplimiento en Su Plan Maestro, para que salgamos de esta tierra.

No todos los creyentes estarán de regreso a la Casa del Padre; no todos irán y habitarán en la Nueva Ciudad; unos estarán para siempre en el Nuevo Cielo; otros en la Nueva Tierra. Solo aquellos que encuadren en el Plan Maestro de Dios y llenen los requisitos establecidos estarán en la Ciudad del Gran Rey. Aprendamos del Salmo 15, algunos principios sobre algunas de las características que se requieren para habitar el Monte de la Santidad de Dios.

SALMO 15 SALMO DE DAVID.

Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?

Si vemos esta Escritura, al referirse a “quién”, lo establece de manera singular; no está en forma plural. En un aspecto, todos somos llamados a “ser salvos de la condenación del infierno”; sin embargo solo “unos pocos” o de manera “singular”, reciben el “llamado o invitación para habitar en el Tabernáculo de Dios, o en la Nueva Ciudad de Jerusalén.

Tabernáculo Hebreo: ojél 168

Significa: Casa, habitación, hogar, tabernáculo, morada, tienda, campamento, cabaña, cubierta, resplandeciente.

Espiritualmente: ¡Existe una Ciudad de ensueño, misteriosa, oculta, y asombrosa!. Ahí es real el dicho: “Y vivieron felices para siempre”. Es la Ciudad o Reino del Padre Celestial, es la Nueva Ciudad de Jerusalén. La oportunidad de obtener la felicidad que se extiende más allá de nuestra vida terrenal, es aquí.

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Pero: ¿Dónde está? ¿Dónde se ubica? ¿Cómo es? ¿Está habitada? ¿Quiénes la habitarán en la Eternidad?. Todas estas preguntas son respondidas en las páginas de la Biblia.

La creencia generalizada entre cristianos, es que todos los creyentes salvos o toda la iglesia será parte de la Esposa espiritual de Jesucristo, y que todos vivirán por la eternidad en un lugar común. La Escritura dice:

“…así también en Cristo, todos serán vivificados. Mas cada uno en su orden...... 1 Corintios 15:22-23

“Otra es la Gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas porque una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es en la resurrección de los muertos”. 1 Corintios 15:41-42

En la resurrección o en otro caso el arrebatamiento, cada cristiano vencedor será levantado con un cuerpo resucitado que brillará con uno de estos grados de gloria o de luz.

Cada cristiano tendrá un brillo de acuerdo a su orden, colocación, clase, rango, madurez o crecimiento espiritual manifestado o revelado en el Tabernáculo de Moisés; los cristianos resucitados y arrebatados que solo habían tenido su experiencia al nivel del Altar de Bronce en el Atrio, brillarán como estrella y pequeñas estrellas. Otros que habrán progresado hacia las verdades reveladas en el Lavacro de Bronce, tendrán un grado de gloria de estrellas más refulgentes. Los cristianos que avanzaron hacia el Lugar Santo y ganaron la medida de la Estatura de Jesucristo revelada ahí, brillarán como la gloria de la luna. Luego entonces, estarán aquellos que han crecido hasta obtener la madurez de la plenitud espiritual en el Lugar Santísimo, habrán unido sus voluntades en Unión Matrimonial con el Esposo espiritual: ¡Jesucristo!.

Los cristianos de este último grupo estarán formando la Esposa espiritual de Cristo, y poseerán un alto grado de luz o gloria, la gloria del sol. Ahora ya tenemos algo de la respuesta a:

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Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?

Solo por medio del Salvador, el Señor Jesucristo, podremos encontrar el camino de regreso a la Casa del Padre. Solo por medio de Él, podremos hallar la paz y la felicidad en esta vida y en el mundo venidero.

Espiritualmente: Estamos teniendo una participación en la Carrera para la obtención de la Plenitud de Jesucristo. Esta se fundamenta en lo que elegimos y expresamos a cada momento.

Hay una Soberana Vocación en Dios, es por encima de otras, y está reservada solo a “unos pocos”. Si estudiamos detenidamente la Palabra de Dios en relación al tema, nos daremos cuenta, que de parte de Jesús, había un llamado particular para las “multitudes” y otro para los discípulos.

Entonces, si hemos recibido la invitación de parte del Rey de Reyes, para ser parte de la Esposa, entonces debemos saber que hemos sido llamados a Caminar en el Camino Crucificado.

La culminación de la Soberana Vocación se establece en que los llamados a ella, han aceptado morir o separarse de sí mismos o de sus deseos, pensamientos, argumentos, ideas, placeres, deleites, y otras cosas; serán parte de la Esposa espiritual del Señor Jesucristo, “y vivieran felices para siempre” en la Nueva Ciudad de Jerusalén. Cantares 6:9 Apocalipsis 19:7-9 Apocalipsis 21:23-27

SALMO 15 SALMO DE DAVID.

Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?

".. y fueron felices para siempre jamás". Así terminan los buenos cuentos.

Que el "ser felices para siempre jamás" sea la realidad final de nuestras metas y sueños al ir a vivir en la Nueva Ciudad donde estará el Esposo Celestial, el Señor Jesucristo.

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No cabe duda, en el futuro habremos de experimentar la naturaleza de la Ciudad Dorada, la Ciudad de Jerusalén; experimentaremos una gran sensación de enamoramiento, de un profundo amor por Dios.

Hoy la búsqueda de Dios, debiera estar acompañada de una convicción profunda y una emoción intensa. Sin embargo, Dios en Su Plan de perfeccionarnos, en ocasiones nos lleva a otras experiencias donde encontramos nada de deleite ni emoción; pero en la medida que crecemos en la Estatura del Esposo Celestial, se nos otorgan experiencias para tener probadas de la Ciudad Celestial o su naturaleza.

Si vamos a habitar en la Casa del Padre, en Su Tabernáculo, o en la Nueva Ciudad es necesario en esta vida llenar los requisitos; algunos de estos requisitos los encontramos en el Salmo 15. Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?:

EL QUE ANDA EN INTEGRIDAD, Y OBRA JUSTICIA. Salmo 15:2

Anda Hebreo: Jalák 1980

Significa: Proceder propiamente o uno mismo de una manera continua, proceder o caminar aprisa y de manera continua, avanzar, adelante, ligero, girar, ser seguro, apartar, aumentar, caminar, conducir, correr, crecer, desaparecer, emprender, extender, frecuentar, ir, juntar, llevar, marchar, morir, imitar, mover, prosperar, salir, seguir, viajar.

Integridad Hebreo: tamím 8549

Significa: Entero, integridad, sin defecto, perfección, recto, sin tacha.

“Andar o caminar” nos habla de un estilo de vida, de un proceder espontaneo en la manera de vivir.

Proceder propiamente o uno mismo en integridad. 1 Corintios 15: 58

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Uno de los requisitos para regresar a la Casa del Padre o a la Nueva Ciudad, es proceder propiamente o de manera personal para crecer en integridad, en lo recto y en todo aquello que es sin defecto; en todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza. Filipenses 4:8 No debemos esperar a que otros pongan el ejemplo de ello, o a que nos animen o motiven a buscar estas virtudes: Crecer en una vida sin mancha, sin censura, e irreprensible.

No se puede justificar el mal proceder, el mal hábito o la mala conducta al expresar: Bueno, así me comporto, pues todo mundo lo hace así, además, no hago mal a nadie.

Proceder o caminar aprisa o rápidamente en integridad.

Éxodo 12:11

Para recobrar y crecer en las características de la naturaleza íntegra y perfecta de la Nueva Ciudad; se debe trabajar aprisa o rápidamente; hay que tener urgencia para lograr “ser uno con Dios”. Con rapidez hay que proceder a orar, testificar, estudiar y poner por obra la Palabra de Dios; rápidamente hay que arrepentirse y convertirse de los pecados; hay que manifestar prisa por ser y hacer como Cristo. Hay que actuar de prisa y apresuradamente para alejarse o huir de todo aquello que no tenga la naturaleza de Dios. Hay que actuar apresuradamente para alejarse de las tendencias, actitudes, reacciones, expresiones y costumbres que son un impedimento para regresar a la Casa del Padre. Si vamos a ir a la Nueva Ciudad, hay que tener prisa por ser íntegro, entero, sin defecto, perfecto, recto y sin tacha.

Avanzar… Adelante en lo que es íntegro. Hebreos 6:1

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Cristianos que no crecerán en la perfecta Estatura de Cristo, espiritualmente caminan en círculos, caen en baches, se vuelven rutinarios y no avanzan; ellos están detenidos en su caminar espiritual, ellos no progresan; a veces se debe a que ignoran que hay un plan de crecimiento para sus vidas, en otros casos, ellos no desean ni están dispuestos a ser separados de sus malos procederes, deseos, placeres carnales y mundanos.

Aquellos que llegarán a crecer en la íntegra y perfecta Estatura espiritual de Cristo, caminan y avanzan adelante en su camino de regreso a la Ciudad del Gran Rey y al Monte de la Santidad del Padre; ellos mueren para sí mismos o para su hombre carnal; soportan con gratitud y alabanza todo tipo de situación y circunstancia sabiendo que el Señor es la Cabeza de todas las cosas. ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?... Los que son:

Ligeros para andar en integridad. Hebreos 12: 1-2

Los llamados a ser parte de la Esposa del Cordero dejan todo tipo de “estorbo” o todo peso y toda cosa que no es íntegra o recta. Ellos andan en integridad, no en tratos engañosos y tramposos, no en sobornos.

En el Camino de la integridad hay caminar tan ligero que en el tiempo señalado podamos elevarnos a los aires en el arrebatamiento de los santos. Qué importante es que nos despojemos de todo peso y de todo pecado cada día; no sabemos en qué momento el Señor venga por Su pueblo; si en ese día somos sorprendidos atados a lo que no es íntegro, entero, sin defecto, perfecto, recto y sin tacha, entonces se perderán nuestras metas y sueños de ir a la Nueva Ciudad.

Girar o Convertirse de lo que no es íntegro. Hechos 3:19

Los cristianos que han de regresar a la Casa o Tabernáculo de Dios; aquellos que han de de habitar en el Monte de la Santidad, hoy se ejercitan en adquirir la capacidad para girar, retroceder y devolverse de sus malos caminos; sin duda, somos gente afectada por el pecado y la iniquidad; tenemos flaquezas o debilidades, pero tengamos el buen hábito de practicar el arrepentimiento y la conversión de los propios pecados. Hay que dar la espalda a lo que no es íntegro, entero, sin defecto, perfecto, recto y sin tacha. ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?:

EL QUE ANDA EN INTEGRIDAD, Y OBRA JUSTICIA.

Salmo 15:2

Obra Hebreo: Paál 6466

Significa: Hacer, practicar, ejercer, labrar, maquinar, mostrar, obra, trabajar.

Justicia Hebreo: Tsédec 6664

Significa: El derecho, equidad, justamente, justicia, recto.

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Juicio y justicia he hecho; No me dejes á mis opresores.

Salmo 119:121

De acuerdo a los significados de la palabra juicio en Hebreo, nos habla de los mandamientos, veredictos, preceptos, decretos y estatutos de Dios en teoría. La justicia habla del ejercer o practicarlos.

Santiago 1:22-24

Una cosa es tener la educación espiritual o teoría de la Palabra de Dios; otra cosa muy diferente es tener el desarrollo moral o práctica de ella. No se puede esperar progresar o crecer espiritualmente, ni se puede esperar habitar en el Tabernáculo del Padre y habitar en el Monte de la Santidad sin obrar justicia o poner por obra la Palabra de Dios.

¿Quién residirá en el monte de tu santidad?: Ellos son aquellos que adquirieron la Educación Espiritual, o la Teoría de la Palabra de Dios y el Desarrollo Moral o la práctica de ella.

Es necesario, ser hacedores de la Palabra en todo aspecto de las relaciones humanas; de manera preferente, con los familiares, con todas aquellas personas cercanas que son parte del círculo de acción donde nos movemos diariamente; y además con las personas que ocasionalmente tratamos, pues por lo regular, al involucrarse en las actividades cristianas, se tiene un buen trato para con los hermanos en la fe, y otras personas relacionadas en ello; pero el trato con la familia (hijos, hijas, esposa, esposo, nuera, suegra, etc.) deja mucho que desear, o se está lejos de la fe que se profesa. Así no se puede esperar ir a habitar en el Tabernáculo de Dios, o en Su Santo Monte.

Un día en el Tribunal de Cristo, será revelado o mostrado el Desarrollo Moral de cada quien. Hoy, el Desarrollo Moral es manifestado a través de buenas obras. Una obra justa, o una buena obra es hacer aquello que Jesús quiere que hagamos, o solo lo proveniente a Su voluntad divina, y expuesta a través de Su Palabra.

Una buena obra es aquello que hacemos bajo la dirección de Dios, y que nadie más sabe de ella, o al menos, no es la intención hacerla conocida ante los demás. El Desarrollo Moral o lo que se obra en justicia, es manifestado a través de un estilo de vida apegado a lo que es justo, íntegro, entero, sin defecto, perfecto, recto y sin tacha.

Debemos buscar cada día la Presencia del Señor en una oración profunda de transformación, limpieza, santificación y crucifixión de las obras de la carne, y enseguida cultivar la entrega y el amor por el Señor Jesús o el Esposo Celestial que habló de nuestro regreso a la Casa del Padre.

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

En la casa de mi Padre muchas moradas hay: de otra manera os lo hubiera dicho: voy, pues, á preparar lugar para vosotros.

Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré

á mí mismo: para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Juan 14:1-3

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