MANOS A LA OBRA…
En el propósito de obtener la Palabra de Dios, ya sea la Palabra hablada por medio de la predicación, o por medio de la Palabra Escrita o la lectura de ella, es necesario tener presente que el ponerla por obra, es el elemento que coronará la obtención de ella.
En estas notas, remarcamos la necesidad de crecer en “poner manos a la obra” o “el poner por obra” la Palabra estudiada.
“Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla por obra, ése se parece al que contempla su imagen en un espejo: se contempla, pero en yéndose, se olvida de cómo es...” Santiago 1:22-24 Versión Biblia de Jerusalén
“Porque no los oidores de la ley son justos para con Dios, más los hacedores de la ley serán justificados”. Romanos 2:13
Tengamos presente que a través del estudio Bíblico, se obtiene la Educación Espiritual o la teoría de la Palabra de Dios, se adquiere una influencia de millones de puntos de información, pero es necesario buscar crecer en el Desarrollo Moral o práctica de ella, y esto es, para no ser solo lectores olvidadizos.
Al hablar de “poner manos a la obra” en relación a la teoría ya adquirida hasta ahora, no debemos pasar por alto un principio vital en e inseparable de nuestras experiencias en la Palabra; este principio tiene que ver con cultivar una vida de amor con el Señor Jesús a través de la oración, no sea que seamos hallados culpables de participar en muchas actividades tanto seculares como cristianas, pero no se aparta el tiempo suficiente paracultivar esa relación de amor.
“Yo sé tus obras.... Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete..”
Apocalipsis 2:2-5
Yo.. Sé Griego: eido 1492
Significa: Ser sabedor; contemplar; inspeccionar; contar; observar.
Aprendemos que Jesucristo tiene el discernimiento y escrutinio perfecto para inspeccionarnos, esto, es tanto en nuestro ser interno, como en nuestro ser externo. Él registra cada pensamiento, palabra y hecho, nada está escondido a Sus ojos.
Solo Él sabe verdaderamente quienes somos en realidad, nosotros podemos decir muchas cosas acerca de nosotros mismos, pero en realidad, hay alguien que es sabedor y contempla nuestra realidad. Marcos 4:22
Obras… Griego: érgon 2041
Significa: Actos; acciones; hechos; ocupaciones; esfuerzos, trabajos; profesiones.
Los actos, acciones y hechos de este tipo de cristianos son reconocidos como justos y verdaderos. Ellos habían trabajado por amor al Nombre del Señor. Esto nos muestra que todo lo que hagamos de palabra o hecho, lo hagamos por amor al Señor. No trabajemos por amor a obtener cargos en la iglesia, reconocimientos, atenciones, halagos, posesiones, etc. Solo hagamos las cosas por amor al Amo, Dueño y Señor. Colosenses 3:17
Entonces, todo este proceso y trabajo de cultivar una relación de amor por el Señor, es prioritario y básico para poner manos en la obra de la práctica de la Palabra de Dios. Al “poner manos a la obra” en relación a la práctica de la Palabra, se debe buscar tener un incremento de separación, abstención y crucifixión de las obras de la vieja naturaleza carnal (enojo, disgusto, pleitos, discusiones, mal humor, queja, malos pensamientos, amargura, celos, envidia, etc.), y que cada día se manifiestan en medio de los pequeños y grandes detalles de la vida cotidiana.
“Haced pues frutos dignos de arrepentimiento”. Mateo 3:8
También, se debe “poner manos a la obra” la Palabra, en nuestras relaciones humanas y de manera preferente, con nuestros familiares, con todas aquellas personas cercanas que son parte del entorno donde nos movemos diariamente; y además con las personas que ocasionalmente tratamos, pues por lo regular, al involucrarse en las actividades cristianas, se tiene un buen trato para con los hermanos en la fe, y con otras personas relacionadas en ello; pero el trato con la familia (hijos, hijas, esposa, esposo, nuera, suegra, etc.) deja mucho que desear, o está lejos de la fe que se profesa.
“Vosotros sois la luz del mundo... y alumbra a todos los que están en casa.... Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas.. Mateo 5:14-16
Un día en el Tribunal de Cristo, será revelado o mostrado nuestro Desarrollo Moral, o qué tanto practicamos la Palabra. Este Desarrollo Moral es manifestado a través de buenas obras.
Una obra recta, o una buena obra es hacer aquello que Jesús quiere que hagamos, o solo lo proveniente a Su voluntad divina, y expuesta a través de Su Palabra.
Una buena obra es aquello que hacemos bajo la dirección de Dios, y que nadie más sabe de ella, o al menos, no es la intención hacerla conocida ante los demás. Por lo regular la naturaleza humana busca que todos vean quienes somos, qué hemos hecho, o el cómo Dios nos está usando.
Dios solo recompensará las buenas obras, los hechos rectos provenientes del Desarrollo Moral que se haya tenido. Dios no recompensará cuando el motivo de las obras es equivocado.
Las buenas obras aceptadas, aprobadas y que son del agrado del Padre Celestial, ellas proceden o son el fruto de una relación de amor; amor por el Plan Maestro de Dios y Su voluntad. El Principio divino, en este aspecto, es que todas las obras sean fundamentadas o edificadas sobre el amor.
El diablo siempre trata de empujar al extremo de: Obras Primero, y después el amor o la relación personal diaria con el Señor; este enemigo empuja al creyente a tener toda suerte de actividades y ocupaciones para que no se tenga tiempo para cultivar una relación de entrega y amor para con el Señor Jesús, el Amado Celestial. La relación de amor diaria con Jesús, es la prioridad.
Debiéramos buscar por largo tiempo cada día la presencia del Señor en una oración profunda de transformación, limpieza, santificación y crucifixión de las obras de la carne; y enseguida cultivar la entrega y el amor por el Señor Jesús; además tomar el tiempo necesario para el estudio de la Palabra de Dios.
Si tenemos esto cada día, de manera espontánea seremos conducidos a “toda la verdad” en relación a las obras que hemos de hacer en la perfecta voluntad del Señor.
A la vez, nuestra naturaleza obtendrá cambios graduales y radicales en el pensar, hablar y accionar; y como fruto, preferencialmente el trato a la familia y a otros será el adecuado, o estará acorde a la fe que profesamos. Mostraremos nuestro cristianismo por medio de buenas acciones u obras.
“Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas” Efesios 2:10
Obras Griego: érgon 2041 Hebreo 4659
Significa: Ocupaciones, faenas, obras, trabajos, esfuerzos, hechos, acciones, oficios.
Entonces, Dios preparó estas buenas obras para que anduviésemos en ellas; y fuera ejecutado en el tiempo, momento y lugar exacto de Su divina voluntad. ¡Qué diferente fuera nuestra vida si hoy si pudiéramos accionar en el momento y tiempo de Dios!.
Hoy el Desarrollo Moral o las buenas obras son para ser vistas por Dios y para glorificarle, como añadidura viene el incremento en la madurez y crecimiento espiritual en la Estatura de Jesucristo.
Las buenas obras, el accionar los ministerios, dones y habilidades cristianas no son para la glorificación de nuestra naturaleza carnal, son para la gloria de Dios. La práctica del Desarrollo Moral, involucra tanto el ámbito externo e interno de la vida del creyente. Tenemos que producir obras o acciones en nuestra vida externa, y relacionadas con el mundo que nos rodea.
El Desarrollo Moral interno, implica el tener que lidiar, batallar y trabajar con la vieja naturaleza pecaminosa, y que se asienta y se mueve en nuestro corazón espiritual o ser interno.
Son muchas las actitudes negativas que gobiernan desde el ser interno; basta que Dios venga y agite las aguas profundas del viejo corazón por medio de adversidades, maltrato, aflicciones y otros tipos de sufrimientos, entonces se manifiestan esas actitudes y reacciones negativas.
De manera consciente, el creyente no desea esas actitudes, reacciones y expresiones malas que deshonran a Dios, sin embargo, ahí están presentes en las adversidades y moviéndose desde las profundidades del ser; se hacen visibles al manifestar descontento, enfado, disgusto, desánimo, desilusión, molestia, depresión y enojo.
EL ámbito del Desarrollo Moral interno, debe ser prioritario por encima del Desarrollo Moral externo. Especialmente, tenemos que darnos al trabajo de lidiar, batallar y deshacernos de nuestra Vieja Naturaleza cada día, y enseguida producir buenas obras.
Pensamos que practicar nuestro Desarrollo Moral, es salir a practicarlo en nuestras relaciones con otros, o a favor de los demás, pero es necesario primero, “poner manos a la obra” o poner en obra la Palabra de Dios dentro de nosotros mismos al buscar afanosamente una “serie de cambios” en la conducta, en las actitudes y reacciones; o en la manera de pensar, hablar y actuar.
Éstos, los lograremos al darnos al trabajo de tener una vida de oración cada día para tener un lavamiento, una transformación, o cambios a través de la Sangre de Jesucristo, del Fuego del Espíritu Santo, y las Aguas del Nombre, Muerte y Vida de Jesús.
Nuestros pensamientos, sentimientos, actitudes, reacciones, palabras y acciones en tiempo de adversidades y de exaltación, o en tiempo de exaltación, son un testigo fiel y seguro de quien realmente somos.
Si tenemos malas actitudes ante el maltrato, y contrariedades de la vida diaria, podemos darnos cuenta que necesitamos buscar un mayor crecimiento o madurez en Jesucristo.
Sería terrible que Dios nos permitiera crecer en estatura espiritual, y permanecer con todas esas corrupciones por dentro; llegaríamos al grado de ser cristianos arrogantes, soberbios, inmisericordes, inflexibles, rudos, ásperos y llenos de engaño.
Entonces, parte de nuestro Desarrollo Moral, se practica en este ámbito, en el ámbito de nuestro ser interno y batallar contra todo tipo de pensamientos, sentimientos, actitudes, palabras y acciones que no tienen el Sello de la Naturaleza de Dios, y llevarlos ante el Señor a través de la oración de entrega y transformación.... ¡Esto es Desarrollo Moral.... Esto es una buena y excelente Obra!
Un corazón y mente iluminada por la luz de Dios, se expresa: “Dios, no me importa si llegas a cambiar esta situación adversa o este sufrimiento... Lo único que quiero, es que me cambies a mí”.
Cuando estamos en esta condición, entonces no fácilmente tendremos malas actitudes a causa del maltrato o adversidad, tampoco se cuestionará al Señor en situaciones dolorosas, solo deseamos y pedimos ser más como Jesús, manifestar la Palabra que ha sido depositada en el corazón y mente.
Podemos predicar, evangelizar, enseñar, danzar, cantar, y orar de una manera elocuente; podemos ser misioneros o evangelistas de gran fama, o estar altamente involucrados en la Obra de Dios, pero no siempre significa que totalmente hayamos cambiado por dentro.
“Por sus frutos los conoceréis” Mateo 7:16
Conoceréis… Griego: 1925 epideiknumi
Significa: Exhibir, mostrar, demostrar, enseñar.
A través de las buenas o malas actitudes, reacciones, palabras u obras, mostramos o exhibimos el nivel de la Estatura de Cristo que poseemos.
Dice un dicho popular: “Los hechos hablan más fuerte que las palabras”. Esto, es una verdad. Los hechos u obras hablan de una manera más fuerte que las muchas palabras.
El niño en Cristo, habla y actúa como un niño espiritual. El joven se comporta como un joven. El maduro, se comporta y actúa como lo haría el Señor Jesús (y primero, lo hace con los que están en casa, con su familia). Se debe lidiar y dejar a un lado las actitudes y obras de niño si es que se desea llegar a ser un cristiano maduro.
No siempre adquiramos la posición comodina de esperar a que Dios haga un cambio en nuestro ser interno, se lo pedimos; pero somos nosotros en nuestra libre voluntad los que tenemos que trabajar en la oración de transformación, santificación y cambio, y además negarnos a esas actitudes y acciones de niño.
“..más cuando ya fui hombre hecho, dejé lo que era de niño”
1 Corintios 13:11
¡Lógico! Cuando hemos crecido en un buen nivel espiritual, entonces actuaremos como cristianos maduros, cada vez más viviremos de acuerdo a como actuaría el Señor Jesucristo.
Nadie puede ayudarnos a practicar nuestro Desarrollo Moral, nadie puede hacer lo que nosotros debemos hacer en nuestra experiencia como cristianos y pueda contar a nuestro favor ante Dios.
Recordemos... La única manera de crecer en ser y hacer como Jesús, es solo por medio de la Educación Espiritual, o la teoría de la Palabra de Dios; y por medio del Desarrollo Moral o la práctica de ella. Debemos ser una balanza equilibrada en esto.
Pensemos un momento en los Apóstoles, Jesús los enroló en la mejor escuela por tres años y medio. Tuvieron al mejor Maestro, al Señor Jesús en persona; Él les enseñó muchas cosas, ellos ganaron una gran estatura en el conocimiento o Educación Espiritual; pero no mostraron, ni exhibieron el Desarrollo Moral o Práctica de ese conocimiento cuando el sufrimiento y persecución se cruzaron en sus caminos, entonces ellos huyeron, abandonaron y olvidaron a su Maestro, a Jesús. Incluso, Pedro lo negó con palabras ofensivas.
Los sufrimientos, las pruebas, aflicciones, el maltrato, y otros tipos de contrariedades son las herramientas e instrumentos que Dios usa para mostrar o exhibir, lo que justamente hay en el ser interno de las gentes.
Por lo regular, la visión como cristianos, está en buscar un cambio externo: “no hagas” “no vayas” “no toques” “no digas”.... que en tener un cambio interno, un cambio de actitudes, sentimientos y otras expresiones que lleven a ser personas más apacibles, amables, limpias y rectas en los tratos; de palabras dulces, suaves y tiernas.
Así que... “por sus frutos los conoceréis”
“Conoceréis a los cristianos maduros... por sus buenas y excelentes actitudes y reacciones aun en medio de las más severas pruebas. Por sus frutos, conoceréis a los gigantes espirituales, ellos manifiestan en “toda ocasión” los Frutos del Espíritu Santo. Ellos son y actúan como lo hiciera el Señor Jesús.
Por lo tanto, la evidencia de crecimiento, no es en el cómo predica, ora, danza, y gana gentes para Cristo..... Más bien es en el cómo reacciona, o cual es su actitud ante el maltrato, ofensa, y otras adversidades.
Una de las máximas posiciones que exhibe la madurez cristiana, es: ¡Teniendo sumo gozo cuando nos hallemos en diversas pruebas! Santiago 1:2
Pero... ¡Oh, cuán difícil es encontrar una actitud de esa naturaleza en medio de las situaciones adversas, de enfermedad, ofensa, crítica, etc.!! Entonces... ¡Es tiempo de buscar crecer en hacer obras mayores... tener frutos gigantes! Nadie podrá poseer verdaderamente la tierra de Canaán, hablando espiritualmente, si no se tienen frutos gigantes... Canaán es tierra de frutos gigantes.
“El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará...” Juan 14:12
Orar por los enfermos, son obras; el ganar almas para Cristo y sembrar el Evangelio, son obras; predicar, enseñar, y ofrendar.
También ayudar económicamente la Obra de Dios, estas son obras; el poder ayudar las necesidades de los demás, son obras... Pero ¿cuáles son obras mayores de las cuales Jesús mencionó?
También mencionó, que en aquel día delante de Dios Padre, muchos dirán: “Señor, en tu nombre sanamos enfermos, hicimos esto, y también aquello” Pero el Padre les dirá: “Apartáos de Mí, no os conozco”. Mateo 7:21-22
Las obras mayores se refieren a aquellas obras que repercuten en la transformación de nuestra vida, de nuestras actitudes, expresiones, y reacciones, y generan cambios radicales y definitivos en nuestra vida como cristianos. Estas obras mayores tienen que ver con un cambio radical de manera de ser, vivirán por toda la eternidad.
Una obra mayor, tiene que ver con el hecho de que genuinamente podemos tener sumo gozo, y suma paz aun en medio de las más severas pruebas; una obra mayor, tiene que ver con el hecho de que cada día crezcamos para vivir una vida de humildad delante de Dios, una vida santa, sin mancha, irreprensibles e intachables. Y además podamos ser de gran utilidad y servicio para con nuestra familia, y además para con todas aquellas personas que Dios permite se crucen por nuestro camino.
Una obra mayor, implica el que nos demos a una mayor consagración y dedicación a Dios y a Su obra. Una obra mayor, equivale a que seamos cartas abiertas y leídas por todos los hombres, y que en nuestras acciones ellos puedan ver a Jesús reflejado en nuestras actitudes y hechos.
“Más sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores...” Santiago 1:22
Entones… Hemos estado adquiriendo una gran diversidad de principios bíblicos al paso de los días; pero es necesario también que busquemos crecer en el Desarrollo Moral, o “poner manos a la obra” en relación a ella.
Busquemos el equilibrio de la balanza en este aspecto, pongamos por obra la Palabra de Dios... Tengamos el Desarrollo Moral a través de buenas obras y generadas por una estrecha relación de amor con Dios.
El creyente carnal, trabaja, aunque en muchos casos de manera inconsciente, para darse a conocer ante los demás y a través de sus obras; espera impresionar a los demás con sus dones, talentos, capacidades y ministerios.
Sin embargo, un cristiano que tiene como prioridad su relación de amor con el Señor Jesucristo a través de dedicar diariamente tiempos de oración y al estudio de la Palabra de Dios, accionará en todo tipo de actividades, pero como un fruto de esa relación de amor.
Jesús es el ejemplo perfecto y sublime de realizar buenas obras.
“Respondiéndoles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre...” Juan 10:32
“Cuanto a Jesús de Nazaret; cómo le ungió Dios de Espíritu Santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes..” Hechos 10:38
Entonces sigamos Sus pisadas, pues fuimos llamados a seguirle por donde quiera que él fuere. Apocalipsis 14:4
E incluso, debemos vivir una vida rica en buenas obras.
“Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos...”
1 Timoteo 6:18
Si somos abundantes en buenas obras, entonces otros serán afectados, pues, una multitud de palabras no tienen tanta fuerza, ni impresionan tanto como un ejemplo vivo. Las buenas obras tienen un poder provocante. Hebreos 10:24
Así que: ¡MANOS A LA OBRA!
Algunos Extractos fueron tomados de:
Notas acerca de “Desarrollo Moral”
Autor: B.R.Hicks
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